Fotografía de Chonchi en Año Nuevo, 1930 | Breves

En este verano me dí una vuelta por el Museo de las Tradiciones Chonchinas de la ciudad de Chonchi (Chiloé – Chile), y entre las fotos antiguas que había ya visto antes, encontré una que no estaba antes y que me sorprendió porque parece un lugar irreconocible de la ciudad actual, pero resulta ser la esquina de las actuales calles Centenario con Irarrázaval, la Costanera: donde no había malecón, sino que la bajada de la playa y muchos palafitos que le daban vida al borde costero.

La fotografía señala que es el día de Año Nuevo de 1930 (miércoles), de Foto Ribet; donde se ve mucha gente caminando por su calle principal de bordemar. Parece que se ve gente saludándose por el día en que están, una señora sonriente, en medio de un ambiente que parece ser festivo y de descanso. Se ve al medio un arriero con varios caballos que parecen venir del mar (algún barco quizás), en un día despejado. Dan ganas de estar allí para ver cómo era la sociedad chonchina en ese entonces.

Tomado de la colección fotográfica de Chonchi antiguo del Museo de las Tradiciones Chonchinas.

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Dibujos en el taller | Breves

En 2006, el primer año de mis estudios en la carrera de Arquitectura, todo era nuevo, y me empezaba a habituar a la rutina de corrección-entrega del taller de Arquitectura de la Universidad Austral de Chile, en Valdivia.

En esta oportunidad en que hice el croquis, vino a la escuela un arquitecto alemán, que murió hace dos años, y se llama Ernst Kasper (Q.E.P.D.). Él venía todos los años a realizar concursos de arquitectura y a revisar algunos proyectos de compañeros de distintos niveles académicos; me acuerdo que él corrigió mi proyecto, y luego, me puse al otro lado de la mesa, y un poco aburrido, me puse a dibujar los rostros de las personas que estaban atendiendo a la corrección. Primero, a Ernst Kasper, de brazos cruzados, escuchando lo que decía la alumna corregida (la de la izquierda) a través de la traductora, que está al lado izquierdo del arquitecto alemán. Al lado derecho hay dos profesoras del taller, y el resto son alumnos que estábamos escuchando su cátedra en alemán traducido.

Y graciosamente, se ve a la alumna corregida muy nerviosa, con su mano sobre su boca.

En el mismo año, se nos dio una clase extraordinaria sobre cultura del profesor y antropólogo Matías Uribe, en otra sala del taller, donde igualmente yo en mi aburrimiento quise dibujar el panorama de la clase…

Son algunos momentos de ocio pero de inspiración en el primer año de la carrera, cuando la escuela de Arquitectura aún estaba en sus comienzos, cuando todo era más primitivo, y cuando se estaba definiendo la forma de hacer escuela acá en Valdivia. Y mientras, sigo dibujando; aunque estos croquis son de hace 4 años.

Murales Chonchinos | Breves

¡Sal a pescar Cristiano de Dios!, reza el mural que muestra a un pescador con mirada cabizbaja y pasiva, como si el hombre pescador no tuviera ganas de ir a la mar. Es la mirada de un chilote, de un pescador chonchino, una mirada tranquila, al compás del mar y de los vientos del lugar. A su lado, el bote azul-amarillo y un pequeño pájaro posado sobre éste.

Este mural gracioso se encuentra en el muro inferior de la Municipalidad de Chonchi (Isla de Chiloé, Chile), que da cara a la calle O’Higgins; un mural que ha sido un poco corroído por las lluvias y la humedad, pero que se mezcla perfectamente con el tono azuloso desgastado del muro. Esos son los colores de Chonchi, los otrora bien pintados, pero la lluvia y el frío hacen lo suyo. Es recomendable conocerlo para los habitantes de la ciudad, y es un buen comienzo para el arte callejero de murales en Chonchi. Y en realidad no hay tantos murales en la ciudad, pero por ejemplo el contorno amurallado del estadio municipal sí que tiene un gran área para desarrollar tan digno arte, como el que se muestra en la siguiente imagen:

Este Chiloé con tintes de realismo mágico (y también soñado) se retrata en este gran muro de la cancha de la ciudad de Chonchi, con una serie de palafitos en una isla imaginaria, y por la izquierda (casi no se ve) una tiradura de casa a bueyes. Linda distracción al caminar por esta sección de calle monótona y larga. Una vez caminé por allí con mi madre y ella decía «Qué lindo, está precioso, deberían hacer más de estos». Este mural fue pintado por Alejandro Arizmendi, muralista local destacado. Sus pinturas ya están impregnadas en gran parte de la ciudad y forman parte del patrimonio cultural chonchino.

Son dos intervenciones urbanas y artísticas en un contexto de insularidad y de campo, donde el muro ha sido un elemento foráneo a esta ciudad que tapa parcialmente el horizonte de Chonchi, pero que de alguna manera este arte genera una «ventana» para escapar de la realidad ajena a la ciudad.

Si alguien que lee este post es de Chonchi y sabe quién pintó el primer mural, a través de un comentario pudiera decirme el autor para ponerlo en esta publicación.